sábado, 22 de enero de 2011

El Estudiantes no consigue romper el hechizo de la Caja Mágica



El hechizo de la Caja Mágica sigue vigente un día más, y ya van 16 partidos desde que comenzó el año. El Real Madrid no sabe lo que es perder vistiendo la camiseta de local desde que se trasladó a su actual estadio. Hoy lo hizo contra su eterno rival, el Estudiantes, por 82-61, consiguiendo su quinta victoria seguida en ACB. Y no le costó gran cosa, apenas diez minutos, un periodo de tiempo ínfimo en baloncesto, pero suficiente para doblegar a un equipo que no existió durante todo el encuentro.

Los de Casimiro salieron del túnel de vestuarios sin espíritu y sin esperanzas de ganarle a los blancos, una destreza difícil de entrenar, que explica que 10 minutos después de empezar el partido tan solo sumaran 10 puntos. Una anotación que podría ser benéfica, para justificar su presencia en el derbi, pero nunca digna de un equipo profesional. A su vez, los de Messina salieron a resolver rápido, mantener su racha y pasar página.

Dos caras de una moneda; el resumen del baloncesto y la metáfora de lo que viene siendo el Estudiantes durante toda la temporada. Un equipo fabricado a cara y cruz, que igual le gana al Barça que pierde contra el CAI Zaragoza, que igual le gana al Baskonia pero pierde contra el Manresa en su estadio. La historia de una plantilla capaz de cualquier cosa, incluida la cláusula de irse con una ventaja de 16 puntos al descanso y caer derrotado al final del encuentro.

El Madrid, por su parte, decidió que lo mejor era quitarse el muerto rápido, dosificar las rentas durante todo el partido y cerrarlo con una inyección de moral. Muy fácil, teniendo en cuenta la pasividad de su rival, quieto en algunas fases del encuentro, espectador de lujo de los triples de Llull, de la resurrección de Velickovic y de la progresión de Suárez, que esta vez no quiso hurgar en la llaga de la institución que lo vio crecer.

Hoy no hizo falta brujería, le bastó a los blancos con salir a la pista y esperar que los colegiales cayeran a sus pies, mientras Begic veía con sorpresa como sus compañeros, deslegitimados en algunas ocasiones por la prensa y por su club, confirmaban ante su entrenador que son suficientemente válidos como para luchar por la Liga.

Los porcentajes no mienten, y cuando los del Ramiro le dan a los estadistas surrealismo, con un 13% en tiros de tres, es imposible ganar en feudo blanco. Máxime si Llull tiene su día (17 puntos), Velickovic resucita (10 puntos) y Tomic vuelve demostrar que ya no es una promesa anotando 13 puntos, consiguiendo 7 rebotes y alzándose con un 20 en valoración.

Del Estudiantes, el único que sobrevivió a la quema y al ridículo fue Pancho Jasen, que celebró su 400 partidos en ACB y se fue lesionado en el último cuarto, una mala noticia, para un día agridulce y una derrota dolorosa.

Real Madrid: Tomic (13), Prigioni (5), Suárez (8), Felipe (9), Mirotic (4), Rodríguez (0), Velickovic (10), Garbajosa (3), Vidal (0), Fischer (6), Llull (17), Tucker (7).

Estudiantes: Oliver (6), Ellis (0), Asselin (4), Welsch (8), Clarck (6), Granger (5), Gabriel (5), Jasen (11), Jaime (0), Sergio (2), Blanch (0), Caner-Medley (14)