domingo, 15 de julio de 2012

Jon Sistiaga: "Entre Barras Bravas"

Magnífico documento de cómo se organiza el fútbol en argentina. Corrupción, negocios e intereses que nada que tienen que ver con el deporte y que Jon Sistiaga nos muestra muy bien en otro estupendo reportaje: "Entre Barras Bravas".


martes, 8 de mayo de 2012

Nuevo disco de Ismael Serrano: "Todo empieza y todo acaba en ti"

Empecé este blog con una canción de Ismael Serrano llamada “vuelvo”. Hoy, el artista madrileño regresa con un nuevo disco: “Todo empieza y todo acaba en ti”. Os dejo el primer single en el blog y os doy las gracias a través de su título a todos aquellos que por una cosa u otra habéis pasado por aquí desde el día en que se empezaron a escribir estas páginas, allá por octubre de 2010. Y de nuevo, prometo escribir algo próximamente...


jueves, 3 de mayo de 2012

Informe Robison: Bielsa

Buenas a todos, hoy os dejo aquí el Informe Robinson sobre el actual entrenador del Athletic Club de Bilbao, Marcelo Bielsa. No cuento más, el programa como siempre es maravilloso, así que simplemente recomendaros que aquellos a los que os gusta el fútbol le echéis un ojo.


P.D: Prometo escribir algo propio próximamente y dejarme de recomendaciones :)

lunes, 23 de abril de 2012

Último brindis (poema de Nicanor Parra)


Cómo no podía ser de otra forma, os dejo aquí un poema de Nicanor Parra, galardonado con el Premio Cervantes, para conmemorar el Día del libro. Espero que os guste.... “Último brindis”

Lo queramos o no
sólo tenemos tres alternativas:
el ayer, el presente y el mañana.

Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
el ayer es ayer,
nos pertenece sólo en el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.

Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.

Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se hace pasado
y ya pasó...
como la juventud.

En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.

Nicanor Parra. 

Otros poemas en en blog: 
Bajo una pequeña estrella
Quizá
  

martes, 17 de abril de 2012

Un funcionario austero

  El otro día, cuando llegaba a mi casa, un vecino me dio una papel fotocopiado que pertenecía a las cartas al lector de algún periódico de tirada nacional. Tras dármelo me dijo: “Es sobre la puta crisis ésta que nos ha tocado vivir sin comerlo ni beberlo”. ¡Vaya!, pensé yo.
El caso es que al llegar a mi casa lo leí y recibí una auténtica lección de economía. En modo de ironía este señor, funcionario desde 1987, acaba haciéndote reflexionar sobre lo que supone la austeridad. Os lo dejo aquí, opinad vosotros mismos: 

Soy funcionario público desde el año 1987. Calculo que desde el 2007 a la actualidad habré perdido más de un 15% de poder adquisitivo entre la reducción del sueldo en un 5% y las posteriores congelaciones. No obstante, no voy a quejarme, porque, como dicen muchos soy un privilegiado al tener un trabajo de por vida. Lo dijo Artur Mas y lo mantiene el Gobierno del Partido Popular. Hay que recortar, reajustar y racionalizar. Y eso es precisamente lo que voy a hacer yo a partir de ahora. Voy a seguir los consejos de nuestros gobernantes. 

En primer lugar, y dado que uso bastante poco el coche, voy a venderlo o darlo de baja: con ello voy a ahorrar la gasolina de un año, el impuesto de circulación, el seguro, las periódicas entradas y salidas del taller mecánico. Siento mucho disminuir los ingresos de la Administración en impuestos y todavía siento más no poder darle más trabajo al mecánico del taller, pero ahora se impone la austeridad. 

En segundo lugar, voy a bucear por mi ciudad en busca de los negocios de toda la vida: el zapatero, la costurera, la tienda de reparación de pequeños electrodomésticos, etcétera. Siento mucho no comprarme más zapatos y perjudicar a la señora que lleva la zapatería del barrio, pero creo que cuando los zapatos estén demasiado gastados los llevaré a que me pongan suelas nuevas. Se acabó eso de tirarlos a la basura, voy a aprovecharlos al máximo. Intentaré comprar la menor ropa posible y utilizar la que tengo para no gastar tanto y ser más austero, como el Gobierno. 

Cuando lleguen las vacaciones, procuraré ser más austero todavía y quedarme en casa leyendo libros y viendo documentales, y engrandecer así mi cultura.

Para seguir con las medidas de estímulo de mi economía, voy a llevarme el termo del café al trabajo. Eso no significa que deje de tomarme mi media hora de descanso, sólo que no iré al bar a tomarme el cortado de las mañanas. No creo que el señor del bar ni el de las máquinas expendedoras noten nada por el hecho de que un funcionario no vaya a tomar café o lo saque de la máquina.
Creo que aunque lo del gimnasio va bien, optaré por ir a dar un paseo de media horita todos los días como aconsejan los médicos, y así ajustarme unos 40 euros al mes. 
Los fines de semana hemos decidido con mi esposa, en lugar de ir a comer a algún restaurante, pasear y cuidar la salud para no utilizar tanto los centros de salud, y con ello tampoco pagaré tantas recetas con copago. Como puedo ir a trabajar andando, aunque esté un poquito lejos, lo haremos y seremos todavía más saludables.

He olvidado apuntar que como vendo o doy de baja mi coche, tampoco me hará falta la plaza de parking que pago todos los meses. El propietario se alegrará de poder alquilarla a otra persona. 

Bien, todo ese ahorro lo meteré en una caja fuerte y lo dejaré reposar. Un banco es mal sitio para depositarlo. 

Hay que ser responsable y adopto las medidas que nuestros gobernantes dicen que son necesarias para acabar con el déficit y estimular la economía. Además, les diré a todos mis compañeros funcionarios que hagan lo mismo: cuantos más seamos los que nos ajustemos más crecerá este país, eso dice el señor que estuvo en no sé que agencia de esas que dicen si las cosas van bien o mal y que ahora es ministro de Economía. 

Espero sinceramente poder ayudar a todos desde mi privilegiada posición. Y que conste que no me quejo. 

Jordi Giménez Cabrillana

sábado, 24 de marzo de 2012

Documentales de Jon Sistiaga: "A lomos de la bestia"

En estos tiempos es difícil ver documentales como el de Jon Sistiaga: "A lomos de la Bestia". Más difícil aún es que una televisión invierta en ellos. Son costosos y sobre todo, no tienen demasiada audiencia.

Os lo dejo en el blog para los que queráis echarle un ojo. En mi opinión es una maravilla cómo cuenta la travesía de los migrantes hacia Estados Unidos. Un testimonio único que debería ser obligatorio proyectar en todas las facultades de periodismo, o al menos, así me lo parece.




domingo, 4 de marzo de 2012

Aquel domingo...


Trata de reinventar versos mientras alguna melodía acude a sus oídos. Escucha estrofas movidas por el efecto de algún instrumento intentando escribir algo decente. El sol absorbe su piel con la calidez de los rayos proyectados por la ventana. Pensamientos, recuerdos y algún que otro momento acuden al rescate de su memoria. Tintinean las palabras al compás que marca el teclado. Jamás un texto aceptó las letras volcadas por la razón, en cambio si las movidas por el sentimiento.

El relato avanza sin conclusión aparente, salvo la de acabar y atender a los niños que corretean por el salón. Llegó la tía Manuela con sus dos críos y un par de juguetes para abordar por la espalda al enano y despertarlo del profundo sueño de la infancia. Seis, siete y ocho años. Los tres vinieron prácticamente seguidos. Lucas, Lucía y Marcos. El último en llegar fue el tuyo y desde entonces intentas controlar la euforia del reloj de la felicidad. Nunca nadie te dio tanta alegría en las noches de lloro constante durante los tres primeros años de vida. Nunca nadie conquistó tu corazón en tan poco tiempo. Nunca nadie como él para acabar viéndote envejecer por la carcoma de los años. Y junto a Blanca, tu mujer, abrazas la armonía que os ha tocado vivir.

“¿Qué escribes tío?”, pregunta la descarada Lucía.
“Una historia de piratas”, le respondes.
“¿Me dejas leerla?”.
“Cuando acabe es toda tuya”.
“Gracias tío”.

Te da un beso en la mejilla, sonríe y vuelve a salir corriendo. Llega Blanca y ofrece café al unísono. Se acerca a ti, te da un beso y te riñe por seguir escudriñando entre la imaginación de tu relato. “Ya lo dejo, tranquila”. Acepta sin oposición y se da la vuelta. Te quedas mirándola mientras se gira en dirección a la cocina. Ves su cabello cayendo en los hombros, el sol adueñándose del brillo de su pelo, penetrando en su piel, dando vida a aquella mañana de domingo.

Pides ayuda a la tía Manuela. Se acerca, coge el ordenador, lo deja sobre la mesa y te ayuda a incorporarte. “Acercame la silla”. Me acomodo en el único instrumento que me permite andar y avanzo hacia donde juegan los niños. Mi hijo trepa hasta sentarse entre mis piernas y me abraza. La calidez de su mirada, el brillo de sus ojos, la alegría de su sonrisa. Es feliz, tiene seis años y no tiene por qué sentir otra cosa. No entiende de médicos, de recetas ni de prospectos. Pregunta por qué su padre no puede andar y no entiende las respuestas. Él correrá la misma suerte. Nació con una enfermedad degenerativa más aguda que la tuya. Sabe que tiende a caer al suelo cuando corre, cada vez con más frecuencia, pero vive en la mentira que permite la ignorancia. Desde hace tiempo creo que Dios hace días nuevos para borrar los malos. Quizá lo haga para mantener el equilibrio entre la alegría y la tristeza, quizá lo haga para que el balance de los años no nos quite la vida, quizá hoy toque lucir la mejor de las sonrisas y no pensar en nada más, quizá, hoy no toque agobiarse por el futuro y sí, pensar en el presente, pensar que hoy toca ser feliz a pesar del tiempo.


By Futmi: ¡100 razones por las que España va a ganar la Eurocopa!



Más información y más vídeos en www.juegalaroja.com

@davidlpalomo

jueves, 2 de febrero de 2012

Un poema de Wislawa Szymborska: bajo una pequeña estrella


Ayer murió Wislawa Szymborska, Premio Nobel de literatura en 1996, dejo un poema suyo a modo de homenaje, espero que os guste:

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado
por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo
el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco
de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño
a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas
respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos,
cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica
porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas
y que me esfuerce después para que parezcan ligeras.

miércoles, 25 de enero de 2012

Gana el fútbol, se clasifica el Barça


Gana el fútbol, el Madrid no consigue la victoria y el Barça se clasifica para las semifinales de Copa. Quizá sean los calificativos correctos para analizar la eliminatoria o quizá no. Eso queda para los lectores. Lo cierto es que los blancos ayer sí salieron a jugarle de tú a tú a los de Pep. Y, si lo hicieron ayer, ¿por qué no en el Bernabéu?

El madridismo puede refugiarse en los errores arbitrales para explicar la derrota, en los fallos de Higuaín, en el gol anulado a Sergio Ramos o en la suplencia de Benzema. Razones todas ellas válidas, pero, en cualquier caso, insuficientes. La eliminatoria se pierde en terreno vikingo con un Pepe a la gresca y un Altintop que, probablemente, no vuelva a vestirse de blanco. La condena se forja en Madrid con un mal planteamiento y se extiende hasta el Camp Nou, aunque Mou se niegue a reconocerlo: “No me arrepiento de la estrategia del partido de ida”, dijo ayer en la rueda de prensa. Mal síntoma para su afición.

Dejando a un lado toda polémica circunscrita a cualquier partido de este nivel, el clásico no defraudó. Por primera vez en mucho tiempo, vimos al Barça errar los pases, sufrir en defensa, ponerse nervioso e, incluso, regalar la pelota. Su posesión, de apenas un 54% al final, refleja lo que fue la noche para los blaugranas: una auténtica pesadilla para un equipo acostumbrado a controlar hasta la saciedad. Xavi y compañía forjaron la cruz en el partido de vuelta; Pepe y su séquito, la cara.

El Madrid salió sin miedo al campo y pudo golear durante los primeros 45 minutos. Le falló la pegada y se fue por debajo, lo que da más mérito a su reacción en la segunda mitad. Con el Barça dormido, los de Mou se metieron en el partido con un tanto de Ronaldo y otro de Benzema. Hubo ocasiones, ritmo, gol, polémicas y, sobre todo, fútbol. Los dos mejores equipos del mundo se midieron sin complejos esta última vez, quisieron jugar a este deporte con permiso de Mou y sus inventos y nos hicieron disfrutar. Pronto volverán a enfrentarse, y esperemos que todos hayan aprendido la lección.

P.D: Dicho esto, el Barça fue justo vencedor en los 180 minutos (palabra de Pep).


miércoles, 18 de enero de 2012

El miedo endémico del Madrid



Dice la RAE que lo endémico reina habitualmente en clave de enfermedad durante una época fija en un país o comarca. Cambiemos estas dos últimas palabras por un equipo o club y daremos con el problema del Real Madrid. Los de Mourinho llevan mucho tiempo con miedo al Barça. También con demasiado respeto, pero, sobre todo, con miedo.

Su alineación de ayer dejaba patente esta lesión crónica de la que adolece el conjunto del portugués desde hace un tiempo. En la placenta de este proyecto, cuando el clásico no pertenecía a la rutina, el Madrid salía a ganar. Después, quizá, pensó en presionar, y en su madurez, en ese momento en que el equipo se sentía cómodo con un once tipo, le dio por experimentar. Dejó de ser ese temible conjunto adorado por su perfección en el contraataque para convertirse en una reproducción de cualquier club de media tabla.

El 'puto amo' de los banquillos trató de sorprender jugando a lo de siempre, a defender. Alineó juntos a Pepe y a Lass en el centro del campo, se inventó un puesto para Altintop y arriesgó con Carvalho recién salido de la lesión. Le salió mal y sumó otra derrota a su contador de clásicos. Y todo por el mencionado miedo. Su equipo pervivió mientras lo hizo en el marcador. Con 1-0, los blancos se mantuvieron constantes; con el 1-1, se vinieron abajo. ¿Por qué? Por el miedo que les contagia su entrenador desde que salen al campo, desde que decide que van a jugar al empate o a ganar por la mínima. Así, lo normal es perder.

El balance sigue siendo abrumador. Mourinho tan solo ha ganado uno de los nueve partidos que ha jugado contra el Barça, ha encajado 19 goles y, aun así, sigue en sus trece. Ya lo decía ayer en rueda de prensa: “Yo entiendo, pero no escucho”. Quizá ése sea su problema, que no escucha. ¿Por qué? Porque su público lleva sin quejarse mucho tiempo. El madridismo tiene asumido que no puede jugarles de tú a tú a los de Pep. Hace tiempo que juraron ser infieles al fútbol en pro de los títulos, juraron dar su vida por el portugués y, a día de hoy, siguen abstraídos por su tótem particular. Mi pregunta es: ¿Hasta cuando? ¿A qué entrenador le hubiera consentido la parroquia blanca tanta humillación y tanta desfachatez? En definitiva, ¿hasta cuando durarán la endemia, el miedo o la madre de todas las fobias crónicas que es el ‘mourinhismo’?
 

viernes, 6 de enero de 2012

Quizá...



Quizá fue el olor de la nostalgia incrustando mis recuerdos,
quizá fue la carcoma de las esperanzas del ayer acariciadas por el aire de lo posible,
quizá fue por la maldición de un futuro desangrado y preso en manos de los rehenes del pasado.

Quizá fueron las argollas del tiempo oprimiendo sus sueños,
quizá fueron las cadenas engarzadas en lo remoto forzadas por el intento de llegar al cielo.

Fueron días quemados por el astro del amanecer,
días consumidos por el reloj de los atardeceres sin pausa,
proscritos por los hilos encallados en el muelle de la melancolía.

Fueron noches acunadas por el dolor de no creer;
noches ciegas de amaneceres sin salida,
caducadas por la brisa abrasiva del puerto que lleva por destino la utopía.

Quizá es la arena cayendo sobre el devenir de las horas,
o quizá las instantáneas teñidas de sepia, de blanco y negro o de color.

Quizá sea lo que piensas,
o quizá sea otra cosa.

Quizá seré lo que tú quieras que sea,
o quizá, simplemente, sea un poema anclado en los delirios de la soledad.
Anclado, en el olor de la nostalgia.