domingo, 20 de marzo de 2011

¡Sorprendente!, al menos




Increíble, pero cierto. A Inda lo destinan a Veo7 y ponen en su puesto a un completo desconocido para el mundo periodístico madrileño. Hablamos de Óscar Campillo, el hasta ahora Director General de Radio y Televisión Castilla y León. Lo dicho, increíble, pero cierto. Se nos va un tipo al que muchos odiaban por su forma de entender la profesión y sobre todo por su exacerbado sensacionalismo, que en ocasiones rozaba lo absurdo. Un tipo chapado a la antigua, que bebió muchos años de la filosofía de Pedro J. al amparo de la dirección de El Mundo Mallorca, y que fue el elegido por “el de los tirantes” – como dice mi padre – para dirigir el primer diario de España.

Su trayectoria está llena de muchos claros y pocos oscuros. Inda ha conseguido batir récords de audiencia en MARCA.com (es la página más vista en español) y junto a Paco García Caridad (otro que no despierta muchas simpatías) ha colocado a Radio MARCA (700.000 oyentes) en un puesto más que respetable dentro del espectro radiofónico. Por no hablar del periódico, que a día de hoy sigue siendo el de mayor difusión.


Sus datos son impecables y difícilmente se pueden discutir. Incluso hay que reconocerle algunos hitos en lo estrictamente periodístico. Dos principalmente, el fraude de Ramón Calderón en la asamblea de socios y las exclusivas con respecto a fichajes como el de Mourinho o Cristiano Ronaldo, según dice el propio diario. Sin embargo, su paso también ha rozado lo esperpéntico, lo rocambolesco y lo surrealista. Y para verlo no hace falta irse “ ni a desiertos remotos ni a montañas lejanas” como decía Aznar el 11-M. Basta con hacer referencia a la última semana con “La quinta de Nemo”. 

Pero también con aquel famoso “¡Vete ya!” a Pellegrini, el “Acuerdo total por Villa” o el profano “Pim, pam, pum” que se filtra en el cuadro de Goya. ¡Qué decir de ellas!, salvo que no fueron demasiado bien recibidas por los compañeros de la propia profesión, que en el mejor de los casos lo vieron como un incentivo para reírse al llegar al quiosco.





Esos lienzos únicos de las portadas de MARCA le han enemistado con algunos sectores del público. Han provocado odio y amor de forma pareja. Sin embargo, y a pesar de todo, cabe preguntarse ¿Por qué Unidad Editorial lo destina ahora a Veo7 si los datos le avalan? Y ¿Por qué el elegido es Óscar Campillo? Un completo desconocido, aunque sea presunto amigo de Pedro J. (Trabajo en Diario 16 y fue responsable de El Mundo en Castilla y León). Y por último, ¿Cambiará en algo el periódico? I don´t know. El tiempo dirá. 









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